Montserrat Domínguez, antigua cocinera del comedor nos relata detalles del primer comedor escolar.
En las antiguas escuelas graduadas se inició un comedor escolar porque en el auxilio social (situado en una lonja junto a las escuelas) funcionaba un comedor pero que siempre daban de comer lo mismo. D. Alfredo Val que trabajaba en Orientación Marítimo Pesquera pensaba que esta situación había que mejorarla. Fabricó unas mesas que se abrían para servir de mesa y se cerraban para ser pizarra. Dª Merche Jato era la cocinera y las mesas se colocaban en los pasillos de las antiguas escuelas.
Al construir el nuevo colegio, comenzó allí el comedor con 66 niños. Posteriormente, se llegó a 220. Las becas se repartían entre todos los niños que comían. Incluso, había niños que no pagaban porque no tenían recursos.
Trabajabamos mucho, fue uno de los primeros comedores de Cantabria, y era de gran calidad.
Las dietas eran muy completas, además se enseñaba a los niños a comer con la rueda de los alimentos, a usar los cubiertos... Había un plato que se llamaba de "buen sabor" para los niños que se portaban bien y podían elegir el plato que más les gustaba entre varios, pero la mayoría elegían rabas. Al que no se portaba bien le dabamos rosquillas.
Con los niños haciamos juegos y yo que cantaba muy bien, hicimos un coro, contaba historias y así les entreteníamos mientras llovía. Cuando hacía bueno bajábamos al patio.
Todos los años pintaba el comedor para que estuviera limpio (paredes y techo) al empezar el curso, lo hacía en verano. En esa época cosí los manteles y las cortinas. La cocina estaba situada en lo que es actualmente el aula de PT.
También hicimos unas lámparas con botes de Nescafé para que las bombillas no estuvieran sólas. La primera freidora nos la regalaron los del Miramar, pero nosotros la arreglábamos después cuando se estropeaba. Después Diputación nos mandó una de acero inoxidable.
Se comía todo caliente (tortillas, croquetas....) por eso los del instituto Argenta venían a comer aquí aunque tuvieran su comedor, incluso los de las aldeas. Todos los niños que fueron de nuestro comedor para allá, se volvieron de nuevo.
En una ocasión vinieron los de Delegación a comer, cuando pusimos el árbol de Navidad por primera vez. Era un comedor tipo escuela. Alfredo lo fundó y era su vida.
Montserrat Domínguez
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